Un estudio revela lo que no hace tanto debatíamos en el trabajo: los hábitos de consumo de Internet están tornándose hacia los smartphones. De hecho, si reflexiono sobre lo que ocurre a mi alrededor, el móvil está llegando a sustituir en diversas ocasiones el uso del ordenador por el simple hecho de que te cabe en la palma de la mano.
Por ejemplo, me considero "un poco adicta" al ordenador. Es decir, después de mi jornada laboral, cuando llego a casa no me importa en absoluto pasar unas horillas más horas delante de mi Mac y deleitándome con lo que me muestra a través de la pantalla, rebanándome los sesos intentando adivinar por qué mi tema de wordpress no coge la cabecera con imágenes rotativas, pensando y escribiendo un post, o decidiendo qué voy a comprar...
Sin embargo, desde que hace un par de años decidí adquirir un teléfono con Internet, tengo una relación muy íntima con él. Cubre la necesidad de sentarme en mi despacho y conectarme, ya que puedo hacerlo mientras tomo un café, voy en metro, espero al tardón o tardona de turno...
Es más, es un encanto portátil porque me dice dónde estoy me pierdo (que cuando voy en moto me suele pasar, jajajaja), me permite buscar aquella autora que no recuerdo (muy útil en mis sesiones de Fnac-ianas), ver si la tardona de la que hablaba antes me ha escrito un email por no gastar dinero (recuerda que estamos en crisis) avisándome de que no es que tarde, es que no llegará...
Por tanto, el estudio resulta creíble si te fijas en una muestra tan pequeña como tus compañeros, o tu mism@. Tu móvil/tablet... ese compañero que no te abandona (hasta que se le agota la batería)...
Fuente: IPMark
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Jessica
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