13/3/12

Kamasutra del lector

Cuando una piensa en erotismo en el mundo literario, lo primero que le viene a la mente es la sección romántica-erótica de cualquier gran librería. Ésa o bien el manual del sexo contractural (algunas son dignas de una visita al fisioterapeuta), conocido como Kamasutra.

Así pues, y como siempre llevándolo al terreno literario (que es una de mis obsesiones), me he decidido a tipificar las diferentes posturas que adoptamos la especie "lectora" humana en el desarrollo de esta actividad.

Kamasutra literario. Dime cómo lees y...


  • Lector misionero clásico. La postura consiste en estar estirado en la cama (o una superficie horizontal), boca arriba, con el libro situado en el regazo perpendicular a tu estómago, pero ligeramente inclinado (básicamente para poder leer y no ver sólo líneas). Suele asociarse en momentos previos al sueño, y se da habitualmente cuando se acaba de iniciar la actividad.
  • Lector 69 o lumbálgico. Se trata de la opción inversa a la misionera clásica. El lector se coloca boca abajo, con las piernas flexionadas hacia arriba apoyadas en una almohada, la cabeza a los pies de la cama y con el libro perpendicular, forzando de mala manera la parte lumbar de la espalda. Esta postura suele darse en la playa, cuando un libro te interesa muchísimo y no puedes evitar acercártelo a la cara, o cuando madrugas para estudiar antes de un examen pero eres consciente de que acabarás cayendo sobre el escrito en cuestión de minutos.
  • Lector creativo. Los usuarios de esta postura se identifican con aquellos a los que les gusta variar. Esta postura la asocio a lecturas durante el fin de semana (al menos en mi caso), o como una versión del misionero clásico muy dada en la playa (el libro es un útil parasol). Se da también en los casos en los que 
  • Lector muelle. En este caso la posición del sector es la de estar sentado, con las piernas flexionadas, dando la sensación de que, de un momento a otro, va a botar o a salir disparado hacia arriba como un resorte. Se da cuando la lectura es tremendamente absorvente, emocionante. O cuando algún familiar te grita algo así como... "¡LA CENA!, ¡A COMER!, ¡LA MESA!, ¡TU ABUELA AL TELÉFONO!".
  • Lector "flor de loto" o tántrico. En esta ocasión nuestro amadísimo lector (o lectora) se sitúa como si en el campo se estuviera: sentado, espalda apoyada sobre algo vertical (cama, pared, puerta del metro, árbol...), piernas flexionadas, en plan tranquilote. Se da en momentos de relax, muy habitualmente cuando estás completamente absorto por la historia. Respiración pausada, casi de meditación o tántrica.
  • Lector "edredoning". Encondido bajo el edredón (no, no es el título de un libro de Marian Keyes), nuestro lector lee pero no quiere ser descubierto. ¿Quizá lo que lee es picantón? ¿O es que es romanticón pero le da vergüenza estar enganchado al último libro de Nicholas Sparks
En fin, que hay muchas formas de leer, y cada una define en muchas ocasiones nuestro estado de ánimo (o de dolor muscular), cómo nos está atrapando la lectura... Por tanto, ¡cuidadín cómo lees o descubrirán tu secretillo!

¡Saludos!

J.
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Jessica




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