Ya hacía tiempo que lo sospechaba. Algo me daba en la nariz que me hacía moverla al más estilo "Embrujada" (a mi edad sigo practicando) y tras un tweet de una compañera del Master del Universo acabo de confirmar dicha sospecha:
"Nunca llueve a gusto de todos"
En esta ocasión, el dicho tiene una aplicación literal. Hace semanas, incluso meses que mi ciudad (e imagino que al igual que en muchas otras) parece una ciudad del videojuego Resident Evil, digna de la novela de Stephen King "La Niebla": el aire que respiramos da asco, la alergia me tiene ahogada por la polución barcelonesa y la ventolera que azota estos días primaverales (estoy harta de tanto antiestamínico), y cuando vengo en moto mis ojos (y no tengo tampoco una vista con zoom incorporado super especial al estilo CSI, créeme) veo el aire (literalmente)... Esto motiva comentarios con quien hables que se resume en la frase: "A ver si llueve ya" o "Hace falta que llueva" o "Cuando llueva va a hacer daño"...
Pues bien, tras un lunes y un martes con previsión de lluvia en la Ciudad Condal, hoy miércoles ha hecho acto de presencia. Y ¿cuál es el comentario del día?
"Ya podría llover por la noche", "Vaya asco de día", "El paraguas es un engorro", "Que llueva donde tiene que llover pero aquí (en la ciudad) no..."
Lo que me lleva a la siguiente pregunta: ¿Es que nunca vamos a estar contentos? Cuando llueve, nos quejamos porque llueve o porque llueve cuando no nos viene bien. Cuando no llueve, que va a hacer un calor en verano... Si llueve y hace sol el mismo día, es el cambio climático.
En resumen: el ser humano además de destructivo es un quejica.
¡Feliz miércoles (lluvioso)!
P.D. A ver si hay suerte y llueve a un ritmo "poco a poco pero sin pausa", sin hacer daño :)
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Jessica
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